Yonquis del dinero by Sergi Castillo Prats

autor:Sergi Castillo Prats
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788416012930
editor: Cuadrilátero de libros
publicado: 2016-10-25T00:00:00+00:00

Como Richard Gere en Pretty Woman

Quién le hubiera dicho a Esteban Cuesta que en aquella etapa de casi tres años en la que buscó la libertad alejado de su familia se convertiría en el Richard Gere de Casas Ibáñez, y que un episodio de su vida sería una réplica en plan cutre del exitoso film Pretty Woman.

A Lilica M. N. la conoce en uno de los viajes a Bucarest. Según la versión del gerente, era hija de uno de los constructores con los que pretendían hacer negocios en Rumanía y se la presentaron. Posteriormente la volvió a ver en Alicante, en una de las ferias de la Institución Ferial Alicantina, a la que acudió en representación de Emarsa. Ella trabajaba supuestamente de azafata. Empezaron a hablar, y al poco ya era su pareja oficial.

Hay que recordar que entre las facturas pagadas con dinero público y que aparecen en el sumario figura ropa interior y dos obras de la trilogía de Mario Luna sobre cómo ser 'un maestro de la seducción': Sex Code y Sex Crack, manuales para mejorar la conquista de mujeres. Costaron 34 euros. Estas adquisiciones fueron acompañadas con la compra de varios detalles de lencería, tanto femenina como masculina.

Él tenía 45 años, ella 21. Era extremadamente delgada, con un pelo castaño hasta la cintura y rasgos centroeuropeos con una pronunciada dentadura. Conquistó a Cuesta, que pasó su primera noche con ella en el hotel Meliá Alicante el 22 de marzo de 2009. Lo pagó, claro está, la empresa pública Emarsa. Lili estuvo esa noche y la siguiente, pero sorprendentemente no fue la única acompañante del protagonista de esta historia. Un día antes se llevó a otra ciudadana rumana al mismo hotel, Larissa Saffer. Con Larissa viajó a Bucarest en abril, pero su rastro desaparece.

'Yo no conocí a Lili ejerciendo la prostitución ni en un puticlub', insiste. 'Yo no sé si antes había trabajado o no. Cuando conoces a una chica, ¿se lo preguntas? Y si es verdad, ¿te lo va a decir? Yo no conozco a nadie que le pregunte a una mujer que le guste si ha trabajado de prostituta.'

Lili lo cautiva. Lo hace hasta tal punto que (la depuradora) le paga un billete a su hermana y la hija de esta para que vengan a España y se las lleva de vacaciones. La pareja y la familia se hospedan en pleno mes de agosto en uno de los mejores hoteles de la Costa del Azahar, Termas Marinas El Palasiet de Benicàssim.

Aquella etapa fue de tórrido romance y pasión, pero Cuesta no llegó a enamorarse de la rumana. 'Me encontraba bien con ella', destaca. Vivían juntos en el piso de la calle Francia. Allí la empadronó e incluso le entregó su coche, un Peugeot 206 de segunda mano.

La azafata hacía las cosas propias de la casa y también ayudaba al gerente en cuestiones relacionadas con la depuradora, especialmente con las acciones que querían desarrollar en Rumanía. Cuesta afirma que en más de una ocasión le encargó que tradujera algún proyecto y que jamás le pagó por los trabajos.

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